Sri Caitanya Mahaprabhu y Maharaj Prataparudra

Ocurrió durante su recorrido, Él se reunió e inició al gran santo Maharastra, santo Tukarama, quien prosiguió inundando totalmente a Maharastra, con el movimiento de sankirtana
Sri Caitanya entonces regresó a Puri. Por su estricta adherencia al código de conducta de la orden de sannyasa, Sri Caitanya rehusó reunirse con materialistas, y hombres mundanos. De ésta manera se negó a darle audiencia al gran rey de Puri, conocido como Maharaj Prataparudra. Pero siendo impresionado con la sumisión del rey, y una gran actitud devocional, la cual fue manifestada en un acto de humildad, al desempeñar la tarea de barrer la calle, frente al templo del Señor Jagannath, (donde pasaría la Deidad a un festival importante), Sri Caitanya muy complacido dio la audiencia al rey.

Camino en la selva de Jharikhanda

De esta manera, el paso a través de las selvas de Jharikhanda (Madhya Bharata). Su sirviente recordó como Sri Caitanya, mientras caminaba por un sendero entre la jungla, se perdió en una modalidad de éxtasis divino y cantando el Santo Nombre, encontraba tigres a su paso. Con gran horror el sirviente vio como el Señor se acercaba a uno de los tigres que yacía al lado del sendero, tocando con su pie, mientras le ordenaba que cantara. Pronto los tigres, ciervos y otros animales bailaban en sus piernas posteriores y cantando los santos Nombres de Dios. En otro incidente una manada de elefantes locos fue instada a hacer lo mismo por El Señor.

Encuentro con Srila Prakashananda Saraswati

Regresando a Puri, el Señor viajó por la histórica ciudad de Varanasi, donde Él se encontró y convirtió al gran sannyas de la escuela mayavada llamado Srila Prakashananda Saraswati. Prakashananda tuvo 60.000 discípulos sannyasis y fue un fuerte seguidor de Shankaracharya. Impresionado con la humildad del Señor y asombrado con la profundidad y belleza de sus discursos y debates filosóficos, Prakashananda y sus discípulos se volvieron seguidores de Sri Caitanya.

El Árbol de Mangos
En la casa de Srivasa Thakur en Mayapur, mientras el sankirtana estaba en pleno apogeo, Él le pregunto a sus devotos qué querían comer. Él fue informado de que querían comer mangos, aunque esta fruta estaba fuera de estación. Cuando la semilla fue llevada ante él, la sembró en el patio de Srivasa, y de una vez el pequeño árbol comenzó a crecer fuera de la semilla. El pequeño árbol inmediatamente se volvió un árbol de mango completamente crecido, cargado de frutas maduras, que los devotos comerían. El árbol permaneció en el patio de Srivasa, y desde entonces los devotos lo usaron, tomando sus frutos a su entera satisfacción.

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